Ana Tais

Reiki me ha dado las herramientas necesarias para superar adversidades, descubrir y compartir la luz de mi ser interior. Comparto mi experiencia personal porque es importante, si deseas aprender Reiki, explorar el por qué y con quién vas a aprender antes de iniciar tu camino espiritual.

“La espiritualidad no es adoptar más creencias y suposiciones, sino descubrir lo mejor que hay en ti.”

– Amit Ray

Bienvenidas y bienvenidos a nuestro espacio de Reiki con Tais.

El día que tome la decisión de aprender sobre Reiki y tomar el nivel I, solamente tenía una vaga idea de que es Reiki. Casi toda la literatura describe Reiki como “un método holístico de sanación originado en el Japón o Reiki es una técnica que promueve sanación por medio de la energía”, etc. Hasta ese entonces solo había recibido un par de tratamientos en los cuales una amiga posó sus manos sobre mi rodilla, después de haber sufrido un accidente de tráfico, y eso redujo bastante el dolor.

En busca de un camino espiritual, yo ya había sido iniciada en Self Realization y Krya Yoga, lo cual es mi ancla y lo practico desde 1988. Luego he estudiado y practicado Meditación Vipassana, una de las meditaciones más conducentes a llevarnos al momento “presente” desde el ser interior. Años más tarde en mi trabajo, conocí una mamá de un niño especial y, una conversación con ella
revivió mi interés en Reiki al conocer que ella usaba la “energía” de Reiki para ayudar a su niño.

Fue en ese momento que decidí tomar el nivel I y un año más tarde el nivel II, con la misma maestra. Durante los entrenamientos, obtuve un poco de conocimiento sobre el origen de Reiki, Mikao Usui y sobre Takata, la cual en 1938, trajo Reiki al Occidente y quien inició a 21 maestros de Reiki. Aprendí sobre la imposición de las manos para sanar, medité escuchando cassettes (¡qué épocas!), y practicaba con mis compañeros haciéndonos tratamientos los unos con los otros. Hojas sueltas fueron dadas con información e ilustraciones muy interesantes, incluyendo los chacras, los 5 preceptos de Reiki, y cómo dar tratamiento a las plantas y animales.

En el nivel II, aprendimos los símbolos con énfasis en guardarlos secretamente en nuestro corazón, memorizarlos y nos enseñaron a usarlos durante la imposición de las manos, basado en lo que el cliente presentase como la razón para recibir Reiki.

Comparto estas experiencias porque quiero que las personas que desean aprender Reiki exploren el por qué desean aprender Reiki y con quien van a aprender antes de hacer ese compromiso.

Un año más tarde durante las navidades, sentí un deseo ardiente de adentrarme más en el conocimiento y método de sanación por medio de la energía de Reiki, y las enseñanzas de Mikao. Simplemente quería aprender más, ya que en mí se estaban efectuando cambios sutiles, tenía la inquietud de usar la energía y compartirla con otras personas pues hasta ese entonces solo practicaba en mí y mis plantas, pero necesitaba más dirección en cómo compartir esa energía y cumplir el deseo de ayudar a otros.

Encontré otra maestra para tomar el nivel III. ¡Fue un bello día! Ella fue organizada en su clase, tenía preparado un manual en el cual se explicaba los orígenes de Reiki y le daba un tono más espiritual a las enseñanzas. Repasó los símbolos dando una explicación más extensa de cómo usarlos especialmente para sanación a distancia. En ella encontré el entusiasmo por trasmitir las enseñanzas de Usui Mikao .

De ahí nace en mí el deseo de enseñar. Así que fui en busca de otro maestro que me diera el “título” necesario para enseñar; sin embargo, después de un día de entrenamiento fui informada que este no daba las “credenciales” para enseñar pero que ese septiembre vendría a Boston un renombrado maestro y ahí podría obtener las credenciales que deseaba.

Me inscribí a un seminario de tres días con el renombrado Frans Stiene y por tercera vez, recibí la iniciación al Nivel III, (Shinpiden) y desde ese entonces, he estado siguiendo sus enseñanzas y sumergiéndome en lo que es Reiki. Paso a paso, he ido adquiriendo conocimiento de las enseñanzas detrás de los 5 Principios de Reiki, los símbolos, métodos y las meditaciones. En otras palabras, he podido penetrar un poco en los 5 pilares que forman el Sistema Japonés de Reiki, he tratado de integrarlos en mi diario vivir y he saboreado poco a poco la espiritualidad detrás de las enseñanzas.

Si te sumerges en Reiki y crees firmemente que eres ese rayo de luz brillante y, te acoges bajo su energía para recibir su poder sanador, encontrarás la luz en la oscuridad y podrás además irradiarla a los demás. Recordemos que la luz siempre brilla más en la oscuridad.

– Ana Tais

Comparo mi primera experiencia en este camino de aprendizaje sobre Reiki como cuando tomas un curso de Geografía de una región. En el curso, aprendes los nombres de sus cordilleras, sus mares, sus ríos, y la posición geográfica en la región; sabes mucho de ese lugar y puedes compartir tu conocimiento teórico. Para mí fue similar pues durante mi segunda etapa de los estudios de Reiki, la cual es continua, la experiencia es como si el conocimiento anteriormente adquirido brindase un nuevo aspecto y te diese la oportunidad de contemplar la belleza que cada uno de esos sitios ofrece y que antes no reconociste a plenitud ya que la experiencia no te llevó a detenerte y contemplar la belleza, la extensión y el colorido de la naturaleza en esa región. No te detuviste en la base de las montañas o cordilleras a contemplar a fondo sus riquezas, ni en las riveras de los ríos a contemplar lo cristalino de sus aguas, la profundidad de éstas, sus corrientes, su vegetación, la vida que sustenta en su alrededor y en sus entrañas y, no absorbiste la esencia contenida detrás de la superficie.

Aunque Reiki es presentado en simples palabras su profundidad es infinita. Reiki es un proceso de evolución un cambio de conducta, un movimiento hacia una nueva actitud emocional, física y espiritual. Cuando el practicante se sumerge en las enseñanzas de Reiki su verdadero ser interno se manifiesta y la transformación comienza desde lo más íntimo de su ser. El practicante “despierta” experimenta Reiki, emana Reiki y comienza a encontrarle finalidad y sentido a su vida. Ama incondicionalmente, no juzga y siente gratitud y compasión por la humanidad, siente que emana ese rayo de luz donde y cuando sea necesario.

Como practicantes de reiki somos ese rayo de luz brillante que nos ayuda a navegar en los momentos difíciles que la vida siempre nos presenta. Claro está que el practicante de Reiki no es libre al dolor ni a las dificultades, y muchas veces puede preguntarse: ¿cómo puedo ser un rayo de luz en momentos tan agobiantes? Pero si tienes confianza de que la luz de Reiki está en ti y es tu guía en esos momentos, mirarás las dificultades a través de los lentes de tu experiencia, empatía y compasión y, entonces podrás transcender tus dificultades a través del servicio a la humanidad.

Recuerda en los momentos más difíciles, nuestra luz interior nos guía si:

• Fortalecemos nuestra luz con la práctica diaria de sanación a través de Reiki.
• Si aceptamos nuestra humanidad con amor y compasión por nosotros y todo ser viviente.
• Si tratamos de estar centrados en la luz de Reiki, creciendo y evolucionando.
• Si mantenemos la práctica de compartir Reiki y, siempre ser generosos enviando reiki a nuestros seres amados, nuestros amigos y a situaciones difíciles en el planeta.
• Si siempre caminamos en amor, compasión y gratitud.
• Cuando comienzas a experimentar sus poderes sanadores, y empiezas a armonizar tus emociones.

Es a través de este proceso que entiendes «Qué es Reiki«. ¿Quieres saber más? Escríbeme o déjame tu comentario.
Estoy aquí para ayudarte.

Namasté.

Ana Tais